En el entramado de la vida, cada paso que damos se convierte en una huella hacia el auto-descubrimiento y la exploración del yo.
Desde nuestros primeros momentos de conciencia, emprendemos la búsqueda de aquello que nos define, sumergiéndonos en un océano de experiencias, percepciones y emociones que seleccionamos y asimilamos como propias. La música que resuena con nosotros, los caminos académicos que elegimos seguir, los sabores que disfrutamos, y las actividades en las que nos involucramos, todos se entrelazan para formar la tela única de nuestra identidad.
En este viaje personal, al igual que René Magritte desafiaba la percepción con su obra «Esto no es una pipa», el conejo en mi trabajo trasciende su representación literal. No es simplemente un alter-ego, sino algo mucho más profundo: una extensión de mí misma, un canal a través del cual exploro y celebro mi ser completo: mi contexto, mis ideas, pensamientos, sentimientos y emociones.
Esta exposición, «ESTO ÑO ES UN CONEJO», invita a los espectadores a unirse a este viaje de introspección y autoexpresión. Los «ñejitos», lejos de ser meras figuras o símbolos, encarnan un propósito mayor: son la manifestación de mi energía, un espejo en el que otros pueden reflejarse y reconocerse. A través de ellos, busco inspirar a los visitantes a desentrañar y celebrar su propia esencia, motivándoles a dejar de lado los prejuicios y abrazar lo que verdaderamente son por dentro.